martes, 6 de abril de 2010

La ciudad Bonita

Entre árboles y sientiendo un cambio en la temperatura, nos encontrabamos en la ciudad donde el joropo y el coleo triunfan para hacer de villavicencio, una ciudad bonita que se prepara cada Semana Santa para recibir a miles de viajeros que vienen a visitar a sus familias,en la que encontramos diferentes constumbres;desde su forma de vertir y su hablar, una serie de sitios turísticos en los que se disfruta con ambiente familiar, paseos de ollá, la visita al río y la piscina. En la que vemos una serie de rasgos orales y gente de toda clase, en la que iomos cada segundo gritos, llantos, sustos, risas de toda las personas que estan calmando la temperatura de su cuerpo de una manera que es divertida para la gente del común, al lado izquierdo encontramos las grandes canchas de tejo en las que la gente disfruta con una gran bebida regrescante en la mano, acompañándolo de risas y de forma recreativas. Cae la noche y toda la gente vuelve a sus casas, muchos cansados pero con ánimo, de seguir en la diversión, llega la mañana y las familias salen muy temprano hacia los supermecados, el centro de la cuidad, mercados en las calles que hacen popular el sitio. Cómo no detallar comidas como el sancocho de pescado, las frijoladas, la carne llanera como: la mamona y sus espectaculares restaurantes la mayoria ubicados en las afueras. Carreteras rodeadas de fican en las que en las lejanias se ven caballos y vacas que hacen hermoso el paisaje, rodeados de rios que por la escasez de lluvia se han secado y sólo vemos una cantidad de piedras y la gente que disfruta del agua. Como raro, los dias de paseo se pasan rapido y llega la ora de regresar a casa y volver a la rutina diaria.
En la carretera vemos unm paisaje hermoso rodeado de animales y arboles que hacen exotico y unico nuestro país. Casi una hora de viaje empezamos a sentir el frío de la sabana de Bogotá y automoviles, que por cierto, un poco imprudentes, adelanatan sin importar su vida y la de los demás. Finalmente los papeles cambian; se sacan las chaquetas del maletín, se depiertan los niños que van dormidos y vemos a lo lejos una carretera en constuccion y una serie de casas en ladrillo.Llegamos a Bogota, un aroma de ciudad diferente, y qué irónico, vemos un carte en el que se dice que "Bogotá debemos contruirla todos", cuando nos es así, después de media hora me encuentro sentada en el sofá de mi casa, cansada del viaje y preparándome para al día siguiente ir a estudiar y empezar mi rutina.

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